domingo, 15 de mayo de 2011

Reflexiones

spiritus lenis spiritus asper



Objetivo general: 
Realizar un performance colectivo con niños y padres de distintas escuelas, en el que se experimenten las sensaciones de la respiración desde los sentidos táctil, audición y visión, en el marco de generación de propuestas de una nueva pedagogía que incluya lenguajes de arte contemporáneo entre sus herramientas 

Objetivos específicos: 
• Enriquecer los procesos de aprendizaje de niños y sus familias, mediante una performance en la que se juega con burbujas en agua jabonosa 
• Incentivar a maestros innovadores en el uso de lenguajes de arte contemporáneo en la escuela, en particular facilitando espacios para el desarrollo de niños con retos de aprendizaje especial 
• Incluir a las familias y los niños en el arte de acción, como un espacio actual de convivencia 
• Aportar a las investigaciones de docentes, artistas y científicos que actuamos en red en propuestas de arte colectivo para la formación de competencias como el pensamiento complejo, el trabajo en equipo, la comunicación y el análisis crítico

Performance/acción colectiva, taller/acción detonante (esto último se refiere a la fusión entre el proceso de la acción y la inclusión de pedagogos, y artistas, que dialogan con científicos y con otros artistas en un proceso de diálogo generativo, que pretende desencadenar cambios en la pedagogía escolar)

en el marco del VII Festival Internacional Zonadeartenacción

Proyecto: gabi alonso y Jorge Restrepo
Video: Facundo Martín Kolovcevic, 
viernes 9 de noviembre de 1012, 
Museo del Transporte de Quilmes

"Aire Argentina - Carbono Colombia"




Por Carlos A. Lanza, curador

La Fundación para el Museo del Hombre Hondureño, tiene una larga trayectoria apoyando las expresiones artísticas del país, en su agenda hemos visto un patrocinio abierto que va desde manifestaciones artísticas tradicionales hasta audaces propuestas de arte contemporáneo como fue la acción pública llamada “El mayoreo”, realizada por Jorge Restrepo en un mercado de Tegucigalpa y “Alfombra” en la misma ciudad. En esta oportunidad, la Fundación abre su programa para que Jorge Restrepo, colombiano y Gabriela Alonso, argentina, formulen el proyecto performático Aire.
Desde hace varios años, Jorge Restrepo y Gabriela Alonso, vienen desarrollando una importante activad performática. Pienso que Restrepo gira hacia el performance motivado por una natural necesidad de percibir el arte como espacio para la acción; busca borrar las fronteras entre artista y público. Digo “natural necesidad” porque este artista, dotado de una sensibilidad excepcional, no podía autolimitarse a los bordes de un lienzo. En el mismo sentido, Alonso ha dicho: “provengo de la pintura y el grabado, incorporo más tarde la fotografía y el video. Como cuando ya nada alcanza, asalto los espacios urbanos y ellos como soporte me invitan a la acción”. Ambos artistas se mueven bajo el mismo principio que permite a un poeta pasar de la poesía a la prosa poética: la necesidad de decir más.

El diseño performático
El performance se desarrolló en la Universidad Zamorano, ubicada al oriente de Honduras. Participaron cerca de mil estudiantes de esta institución. La obra se estructuró en dos acciones: la primera consistió en inflar globos negros, manipulándolos después para obtener una sinfonía de sonidos agudos y graves en todo el espacio; la segunda acción radicó en inflar los mismos globos para lanzarlos de manera inmediata hacia arriba, creando la imagen de una “nube negra”. Más adelante estudiaremos esta simbología para discursar desde su significado; pero antes, quiero detenerme a analizar algunos aspectos formales que llaman la atención de este performance.
El performance tiene rasgos pedagógicos en los que muestra los resultados precedidos de un proceso; muchas veces este proceso está diseñado sobre la base de un cuidadoso plan de instrucciones pero, el artista debe tener el cuidado de que esta acción pedagógica quede absolutamente subordinada a los objetivos estéticos del proyecto, de lo contrario, se corre el riesgo de que la acción desemboque en un pobre espectáculo formal y creo que Restrepo y Alonso supieron resolver con solvencia esta situación. Airees un performance sobrio, así debe concebirse este género. En mi opinión, ambos artistas confirman la tesis de Allan Kaprow, para quien la intervención performática debía fundamentarse en un comportamiento y en un modo de hacer basado en la sencillez, es decir en la mesura. Este performance, a pesar de ser la acción artística de carácter masivo más importante que se ha hecho en Honduras, no posee ninguna complejidad formal, su orden de complejidad es la que le dicta su función simbólica porque a esa sobriedad formal le corresponderá una rica estructura de significaciones.
Si consideramos que en esta universidad los estudiantes sólo se congregan para actividades estrictamente académicas quiero destacar que la movilización de cientos de estudiantes universitarios hacia el lugar donde se realizarían las acciones performáticas son en sí mismas un performance; estos jóvenes con sus camisetas negras saliendo masivamente de los pabellones hacia el campo de fútbol escenificaron un verdadero acontecimiento: parecía la rebelión de las “camisetas negras”. Los estudiantes fueron el objeto ysujeto del performance; objeto porque sus cuerpos conformaron junto con los globos negros la plataforma visual del proyecto, esos cuerpos fueron dotados de una identidad para insertarse y ser percibidos; la camiseta negra no es una arbitrariedad, es uno de los rasgos de identidad sensorial. Los jóvenes fueronsujeto, porque a pesar de ser ésta una acción masiva, cada uno de ellos le proporcionó una energía particular a las acciones, por eso quiero enfatizar lo que señalé al principio: las normas o las instrucciones aún siendo planificadas para que fueran ejecutadas simultáneamente por centenares de estudiantes no desdibujaron el gesto con el que cada uno se entregó a la acción. La instrucción sólo avivó un sentimiento compartido. Sobre esto, Bartolomé Ferrando ha dicho que “la participación o la intervención en la obra es capaz de provocar la identidad del sujeto que interviene, la participación del otro aporta un cierto equilibrio de fuerzas en el interior del acontecimiento artístico”. Si en las imágenes del registro pudiéramos aislar a los participantes, veríamos que cada uno realizó una acción para el otro, la unidad de toda esa energía determinó el aspecto lúdico del proyecto: Aire es el rito de la respiración.
Otro aspecto formal que interesa definir para propósitos de este análisis es el espacio. En Aire, el espacio es un campo abierto, vasto, libre. En realidad, el campo es un paisaje absolutamente atmosférico. Estas características del espacio lo asocian a la naturaleza conceptual de la obra. A mi juicio, el espacio escogido se convierte en signo y entra a formar parte de la trama semántica. El espacio es un material, no un vacío, decía Nicolas Schöffer. Nada mejor que concebir sonido y plasticidad en un espacio que posee toda la energía para potenciar el desarrollo de una acción performática.

Las determinaciones simbólicas
El paso por el andamiaje formal del performance nos aproxima inexorablemente al estado de sus significaciones. Líneas atrás decía que el performance Aire constaba de dos acciones, la primera una acción sonora (sonido de los globos al desinflarse) y la segunda, articulada por una acción visual (una nube de globos negros).
La acción sonora corresponde a la tarjeta de Gabriela Alonso que desde el performance No sólo los soldados mueren en las guerras había concebido en el gesto de desinflar los globos (blancos) como “un chillido que rememora las sirenas”. Esta metáfora puede tener implicaciones de dolor y advertencia. Alonso también lideró el performance “Aire” en Argentina, como un homenaje al trabajo de Restrepo en “Aliento”. Allí Alonso introdujo la liberación alegre de los globos blancos…Hoy los dos artistas retoman el conjunto de escenas y las magnifican, con un performance masivo, en un nuevo territorio, y con un respaldo conceptual que se enfoca en otras problemáticas. Es como si dos artistas, Alonso y Restrepo, conversaran de cara a la historia del arte contemporáneo. En Zamorano, presenciamos a cientos de jóvenes dejando escapar el aire por la boquilla de los globos, aquello fue un concierto que avivaba todos los sentidos, era un sonido que comunicaba, que decía o desdecía; sonido-llanto, sonido-confusión, sonido-alarma, sonido-alerta, sonido-espasmo. Ese día el sonido alcanzó la dimensión de todas las emociones posibles: Sonido-poesía. La simbología adquiere connotaciones dramáticas cuando el aire que se libera proviene de globos negros y no blancos. El resultado desemboca en una metáfora que rememora un profundo anhelo de libertad que toca todos los cimientos de la cultura humana.
Aunque las coordenadas conceptuales del performance están puntualizadas en la ficha técnica, debo confesar que Aire es un proyecto que va más allá de su programa. La acción lo libera de los límites conceptuales prefijados permitiendo que el observador construya su propio universo conceptual sin caer en vagas indeterminaciones ya que ambos artistas establecen una simbología que remite a contextos críticos bien establecidos. Es en esos contextos que el público adquiere toda la libertad de indagar y proponer lecturas: El sonido es un universo sonoro que puede convocar la simple excitación de los sentidos como la más fina reflexión.
La segunda acción del performance consiste en inflar los globos y lanzarlos al aire, formando por algunos segundos una nube negra; la acción es efímera, dura lo que el aire tarda en escapar de los globos: aire eres y al aire volverás. El carbono secuestrado por unos segundos retorna a multiplicar sus moléculas, a encontrarse con la vida, a motivar la respiración del planeta, a equilibrar al oxígeno; en esta obra el aire es concepto y es material, es recurso para la acción y es la acción misma. No olvidemos que la novedad del lenguaje performático reside en la naturaleza de su signo que opera directa e inmediatamente sobre la realidad, elaborando su perfil ideológico a partir de la acción y no de la simple contemplación. La propuesta de globos negros otorga a la acción una sobriedad particular, escapando del colorido cirquezco para adquirir una referencialidad crítico-reflexiva. Decía anteriormente que Aire es un performance que convoca a otras variantes conceptuales, los globos negros que terminan conformando una nube negra, además de alusión a la contaminación, remiten a la imagen de un país ensombrecido por la crisis política más profunda de los últimos treinta años, sus códigos traslucen una metáfora escalofriante, sórdida, brutal: contaminación del aire pero a su vez, envenenamiento del espíritu.
Por último, cabe resaltar un momento histórico con el que se correlaciona –y sustenta- esta obra. De manera simultánea a la realización del performance, delegados de los países que integran las Naciones Unidas se preparaban para dar inicio a la cumbre de cambio climático de Copenhague. Considerada por muchos como la reunión que definirá la viabilidad del planeta, esta congregación centrará su atención en la negociación de los límites a las emisiones de carbono generadas por la actividad humana. Este marco de decisiones políticas de tal trascendencia es la razón por la cual el performance Aire es trascendente y pertinente.
Globos negros, jóvenes alegres en camisetas negras, sonidos graves y agudos, todos habitando un paisaje espectacular que nos hace pensar en un complejo mundo de contradicciones que el arte explora desde “la piel desnuda de una lágrima” hasta el dulce viento que se lleva el canto de los pájaros.

Tegucigalpa, 27 de noviembre de 2009







Josefina Alcázar en Mujeres y Performance. el cuerpo como soporte 2001 
El cuerpo de la artista de performance es el soporte de la obra, su cuerpo se convierte en la materia prima con que experimenta, explora, cuestiona y transforma.
El cuerpo es tanto herramienta como producto.
La performance es un género que permite a las artistas buscar una definición de su cuerpo y su sexualidad sin tener que pasar por el tamiz de la mirada masculina. 
Al tomar elementos de la vida cotidiana como material de su trabajo, la performance permite que las performanceras exploren su problemática personal, política, económica y social.
Las artistas de performance reflexionan sobre el arte mismo, sobre el artista y sobre el producto; analizan sus límites, sus alcances y sus objetivos; cuestionan la separación entre el arte y la vida; establecen una compleja relación entre la audiencia y el artista, y convierten al espectador en parte activa de su trabajo.
En la performance las artistas se presentan a sí mismas, es la acción en tiempo real, convirtiendo su cuerpo en significado y significante, en objeto y sujeto de la acción.
La performance permite la experiencia del momento, del instante.
La performance es un género que permite a las mujeres artistas expresarse sin estar bajo el control de las estructuras culturales dominantes, ya que está en sus manos el control total de su producción. 
No hay director, ni dramaturgo que le dicte lo que tiene que “representar”, y de esta manera puede expresar libremente su discurso.
La performancera no es sólo sujeto y objeto artístico simultáneamente, sino que en ella confluyen, también, el arte y la vida. 
No es extraño, por lo tanto, que las performanceras recurran frecuentemente a elementos de sus vivenciasdomésticas, de su espacio privado; espacio que se apropian al presentarlo en la escena pública.



 
 
 








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